jueves, 3 de junio de 2010

Con razón

Que se ama sin medidas, sin condiciones, es de sobra bien sabido; que la pasión no tiene límites también. Los amores duelen, se sufren y en las coplas encontramos muchos temas que así lo describen.
Hoy quiero compartir con vosotros una joya. Cartásica en el desahogo y sentencia de una gran verdad.
Como os decía, la visión sufridora del amor es muy poética pero quizás más alejada de nuestra realidad actual. En esta copla, que no es precisamente de ayer encontramos una postura más cercana a lo que hoy podemos sentir.
"Sí es verdad, yo te quiero pero no entiendo el amor desde el dolor y el sufrimiento, ahora puedo estar enganchada a ti e idolatrarte, pero llegará el día en que asuma todo esto y podré decirte que te vayas".
No debe el amor merecer la pena vivirlo, sino el gusto, el placer de sentirlo.
No hay que sentir como cadenas el lazo que nos une a la persona amada. Hay que mirarnos de tú a tú, sin que la balanza caiga a ningún lado.
Si asumimos esto llegará el día en que en nuestro interior encontremos la seguridad para poder decir: " Vete si quieres"...
Con el tiempo todos nos podremos mirar al espejo y decirnos: " Guapo"
Te doy mi copla.

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