En el mundo de la copla siempre se han reflejado historias del día a día. Historias que, desde mi punto de vista siguen ocurriendo aunque la llamemos con otro nombre.
En el mundo del amor siempre se ha dicho que “El amor no tiene edad” y aparece cuando menos se espera o te enamoras de quien menos te imaginas.
Ahora vemos muy “normal” los amores entre un señor mayor y una chica joven y aún más, si el señor en cuestión posee una cuenta corriente interesante.
Cuando el caso es al contario, y quien tiene más edad es la mujer, colocamos más etiquetas y cuestionamos más aún esa relación.
Hoy día ponemos en bandera a Madonna por tener un novio que bien pudiera ser su hijo e incluso envidiamos la “suerte” de Demi Moore por tener el marido que tiene.
Sin embargo no podemos olvidar aquella “Rosa de Peñaflor” que ya se atrevió a decirle adioses a un muchacho de 22 añitos y consiguió casarse de mantilla en la Catedral.
Ella le despedía desde el zaguán mientras le veía partir a galope, pero el brillo en sus ojos debía ser parecido a lo que le brilla ahora la piel a Demi Moore.
En el caso contrario, es muy probable que a la mujer de Briatore, ex responsable de Benetton y ex jefe de la escudería Renault, tampoco le ha de importar mucho sus canas….y le habrá jurado también “quererle mientras viva”.
Dejando un poco la ironía aparte, sí conozco casos muy cercanos en que la felicidad ha llegado sin pedir carnet de identidad y viven un amor de cheque en blanco que no se canjea en banco alguno…pero eso las coplas ya nos lo habían contado.
Ciertamente, en el amor está todo inventado…
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